Coca-Cola

Coca-Cola es probablemente la marca de refrescos más emblemática del mundo, con una historia que comenzó en 1886 cuando el farmacéutico John Stith Pemberton creó la fórmula original en Atlanta, Georgia. Unos meses después, su socio Frank M. Robinson le dio el nombre y diseñó el logotipo icónico con la caligrafía que aún mantiene la marca. En sus inicios, la bebida se vendía como un tónico medicinal en farmacias y contenía extracto de hoja de coca y nuez de cola, ingredientes que inspiraron su nombre y que fueron progresivamente eliminados a comienzos del siglo XX.

El paso definitivo hacia el éxito global de Coca-Cola se produjo bajo el liderazgo de Asa G. Candler, quien adquirió la fórmula y expandió la distribución por todo Estados Unidos e internacionalmente, desarrollando también el modelo de negocio de franquicias de embotellado, que sigue vigente a día de hoy. A finales del siglo XIX ya se vendía embotellada, lo que permitió su consumo más allá de las fuentes de soda, y sus campañas publicitarias visionarias cimentaron su posicionamiento como símbolo de placer, frescura y optimismo.

Actualmente, The Coca-Cola Company es una multinacional con sede en Atlanta que fabrica, distribuye y comercializa más de 200 marcas de bebidas en más de 200 países y territorios. Su portafolio abarca desde refrescos clásicos como Coca-Cola, Coca-Cola Zero o Fanta hasta aguas, zumos (Minute Maid), tés, cafés y bebidas vegetales, adaptando productos a los gustos locales y tendencias saludables. Cada día se sirven más de 2.200 millones de bebidas de sus marcas a nivel global.

La marca se caracteriza por su constante innovación, campañas publicitarias legendarias y una imagen asociada a la juventud, la felicidad y los momentos compartidos. Además, Coca-Cola tiene un modelo operativo altamente descentralizado con más de 900 plantas de producción y embotellado propio, lo que le otorga flexibilidad y resiliencia ante los retos comerciales internacionales.

En términos de sostenibilidad y responsabilidad social, la compañía promueve iniciativas para reducir su huella de carbono, aumentar la circularidad de envases y apoyar a las comunidades en las que opera, aportando empleo y valor económico especialmente en mercados emergentes. Su propósito sigue siendo “Refrescar al mundo y marcar la diferencia”, como deja patente en sus proyectos globales recientes.